El presidente de Telefónica visita la Vuelta y las fotos para las que posa y las charlas que mantiene al pie del autobús del Movistar el jueves, en la salida de La Vall d’Uixó hacia el Pico del Buitre, no pasan inadvertidas para nadie. José María Álvarez Pallete recibe la visita de cortesía del director de la Vuelta, Javier Guillén, y habla con todos, y mucho con Eusebio Unzue, el dueño del equipo al que su empresa lleva ya 13 años patrocinando. Observa también el ambiente, los aficionados en la salida y, más tarde, en el coche del director, en el que sigue la etapa, viendo a la afición en las cunetas, comprueba el descenso de edad, la juventud de los espectadores, la cantidad de niños, los consumidores, la generación que marcará tendencia de aquí a nada. La misma edad casi de las nuevas figuras, zoomers que hablan el mismo idioma, que les enganchan.
El ciclismo del siglo XXI, de big data, tecnología, generación de corredores procedentes de las clases medias que ya no se hacen ciclistas para huir del hambre sino que se sienten deportistas de alto rendimiento, vía métodos de entrenamiento, nutrición medida, y quieren ser campeones, y sienten que su deporte es diferente porque sigue alimentado de sentimientos épicos, y la cultura de los antepasados que les empapa, y el sentido de que la carrera debe ser un combate a fondo, sin más miedo que el de no ganar. Y las figuras son cada vez más jóvenes. Lenny Martínez, hasta hace nada el líder de la Vuelta, tiene 20 años, y Juan Ayuso, la estrella española emergente, ya subió al podio en 2023 con 19 años. Cinco corredores del Groupama de Lenny en esta Vuelta no han cumplido aún 23 años. No hay juvenil con potencial en ningún rincón del mundo que no esté en la agenda de algún equipo WorldTour. Los del Bora hacen un concurso de méritos, apoyados por Red Bull, con los mejores de 17 ó 18 años según ciertos tramos de Srtrava. En la salida de Utiel hacia Oliva, el viernes, todo el mundo hablaba de Enrique Maranchón, ciclista de la tierra, de 16 años, doble campeón de España cadete, por el que ya pugnan los mejores equipos del mundo. Muchos equipos han creado un llamado equipo de desarrollo para acoger y controlar los mejores talentos. “Y en nuestros planes también está crear una estructura así”, dice Unzue, que recuerda que ya contaban con una en los tiempos de Banesto, en los años 90. “Pero no podemos competir en presupuesto con los mejores. Y algunos nos triplican. Un segundo sponsor sería fundamental para seguir creciendo. Telefónica lo entiende y nos ha dado vía libre para encontrar uno”. Los mejores equipos superan ya los 60 millones de presupuesto.
No es que necesitara Telefónica una visita y una etapa frenética, aunque sin brillo de su equipo, para decidir continuar con el patrocinio más años, pero sirvió para dejar el mensaje claro para todo el mundo: Movistar seguirá siendo una marca en el WorldTour el próximo año, y con más dotación. Poco influye en sus decisiones la renuncia final de Carlos Rodríguez, uno de los españoles que llega, a dejar el Ineos pese a haber firmado un precontrato con Abarca, la empresa de Unzue. “Tenemos a Enric Mas, el número uno del ciclismo español”, dice el responsable máximo del equipo. “Pero seguiremos buscando un segundo líder, si no para 2024, ya imposible, í a largo plazo. Y queremos mejorar, y rejuvenecer también, nuestro nivel medio de corredores. La mejor forma de hacerlo es reforzar nuestro equipo de rendimiento, entrenadores, ingenieros, nutricionistas, fisiólogos, que dirigirán a partir de 2024 Iván Velasco y Xabier Muriel. En un equipo ciclista ahora, la plantilla de corredores, entre 25 y 30, es la parte menor. En Abarca tenemos en plantilla a 120 personas”.
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